
"Estoy feliz de perder 10 millones de libras esterlinas al dejar Facebook", fue la declaración la semana pasada del director ejecutivo de Lush, Mark Constantine, cuando declaró que su compañía ya no invertiría recursos en plataformas como Facebook, Instagram, Snapchat y TikTok. La decisión se tomó siguiendo las sugerencias de un denunciante, un ex miembro del equipo de integridad de Facebook, de que la compañía antepone las ganancias a los esfuerzos para combatir el discurso de odio y la información errónea en su plataforma. Durante años, el impacto de los sitios de redes sociales como Instagram se ha destacado por tener un impacto negativo en la salud mental de los adolescentes.
A medida que el mundo avanza hacia una existencia en el metaverso, una grieta (un barranco, un abismo) está apareciendo entre aquellos que creen que la vida digital mejorada será buena para la humanidad y aquellos que piensan que no lo será. Los críticos argumentan que el metaverso creará una división económica (porque el costo del hardware necesario excluirá automáticamente grandes facciones de la población), y otros advierten que nos quemará en un infierno de adicción a Internet, depresión y distancia emocional de todo lo que nos hace sentir vivos.
Ya sea que esté totalmente de acuerdo o que esté abordando el concepto con la misma cautela que tenía Sócrates cuando todos comenzaron a aprender a escribir, el ...